Piense en las ideas que cambiaron al mundo. ¿Se preguntó cómo surgieron? ¿Por qué tuvieron éxito? Todas coinciden en algo clave, veamos:

Según Bill Gross, fundador de la incubadora tecnológica IdeaLab, el éxito de una compañía nueva se debe principalmente a cinco factores: el equipo de trabajo, la originalidad de la idea, el modelo de negocio, el financiamiento y el tiempo, es decir, el momento en el que una idea es implementada.

Tras estudiar más de 200 casos empresariales durante 20 años, llegó a la conclusión de que el tiempo es lo más importante, ya que bajo su análisis se indicaba que este factor era responsable en un 42% en la diferencia entre si una empresa tenía éxito o no. Más allá de los números, la razón es la siguiente: una idea no puede desarrollarse si en un momento dado las circunstancias no son las adecuadas, dicho de otro modo, se necesita que se junte la tecnología, la infraestructura, los profesionales calificados, políticas favorables, y finalmente, la predisposición del consumidor; para que una iniciativa tenga éxito.

Lo recién señalado fue confirmado a través de la experiencia del empresario e Ingeniero Ambiental de profesión, Benedicto Utia Romero , quien manifestó que “ahora no hay mucha competencia en mi rubro, que por el momento es el reciclaje de paquetes y bolsas plásticas (polietileno), las escogí porque están por todos lados y son del día a día, sin embargo nadie se hacía cargo de ellas. Además la población en general está interesada en el tema ambiental y este tipo de emprendimiento es bien recibido; y está siendo apoyado y promovido por las autoridades”.

“El secreto del éxito de los negocios está en detectar hacia dónde va el mundo y llegar ahí primero”.

-Bill Gates

Sin embargo hay mucho por hacer, como el mismo contó: “como profesional y empresario hago concientización constante en todo tipo de instituciones en lo que respecta a la importancia de la Gestión de los Residuos Sólidos, pues el problema sigue existiendo, y lo único que se hace es esconderlo en otro lugar, lejos de la ciudad: el botadero municipal. Mira, en Pucallpa se producen 92 toneladas de residuos sólidos por día, aproximadamente, de los cuales solo 11 son aprovechables, sin embargo no todo lo está siendo”.

Dicho todo ello, retornando al Cambio Climático, podemos dividir a la raíz de este problema en dos partes: el incorrecto manejo de los recursos y la producción de energía con fuentes contaminantes; sin embargo en esta oportunidad también hablaremos de soluciones:

De lo primero, lo que se genera es contaminación y producción innecesaria (lo que conlleva a la explotación de más recursos y necesidad de más energía), pues el modelo económico actual es lineal, es decir, todo aquello que se produce es diseñado para tener un solo uso ó tiempo de vida único, ya sea en su totalidad o en sus partes.

Claramente este modelo es incongruente a cómo es La Tierra: un lugar de recursos limitados con su propio ritmo de producción. Para entrar más en contexto con lo dicho, la ONG Global Footprint Network había calculado que hasta el 2 de agosto del 2017 la humanidad había consumido la totalidad de los recursos que el planeta es capaz de renovar en un año, viéndolo de otra forma: la dañamos más de lo que puede recuperarse. Aunque muchos se preguntan cuánto tiempo más resistirá con nosotros, lo indicado es preguntarse ¿Cuánto tiempo resistiríamos sin los recursos que necesitamos de ella?

En respuesta a ello, existen innovaciones tecnológicas y empresariales que ayudan a mitigar las emisiones de GEI (Gases de Efecto Invernadero) a través del manejo racional de los recursos. Primero mencionaremos a Nebia, una start-up mexicana que diseñó una ducha que atomiza el agua, cubriendo 10 veces más superficie que una común; mientras que en EE.UU. nació ya hace más de 3 años una empresa de economía compartida: Style Lend, conocida como “el Airbnb para la ropa femenina”, una plataforma web (stylelend.com) donde las usuarias pueden alquilar sus prendas o pedir otras en alquiler.

Mientras que en la India está creciendo la empresa Carbon Clean Solutions, cuyo servicio consiste en capturar las emisiones de carbono de las fábricas, de manera que ya no salen a la atmósfera; y así pueden ser aprovechadas por otras, como la Compañía Energética NRG, quienes fabricaron zapatillas a partir de carbono capturado, como parte de una demostración para la competencia que ellos mismos patrocinan: The NRG COSIA Carbon Xprize, la cual busca desarrollar e implementar tecnologías que conviertan las emisiones de CO2 en productos valorados y cuyo premio es de 20 millones de dólares… ¿interesado(a)?

Todas estas innovaciones ya existentes son parte de la solución, haciendo que se produzca menos o convirtiendo ciertos “desechos” en materia prima, mientras se evita emisiones de GEI; lo cual fue logrado por la Ing. Ambiental Erika Milagros Guerrero Santana, con su proyecto aplicado a las lagunas de estabilización del Sector 8 (Manantay, en el departamento de Ucayali, provincia de Coronel Portillo).

Dicho proyecto consistió en usar la “huama” (Eichhornia Crassipes), una planta capaz de purificar el agua mediante la fitorremediación (proceso en el que la planta usa contaminantes como nutrientes para su crecimiento). Contó: “Tras casi 8 meses de evaluación en la primera laguna de estabilización, los resultados fueron positivos. Pues la calidad del agua cumplía con los Estándares de Calidad Ambiental establecidos para el vertimiento de aguas residuales. Por otra parte, es importante destacar que esta alternativa de solución nace de la realidad local, ya que esta planta se encuentra en todo el río Ucayali, siendo adecuada para las características de la zona; y es una muestra más de la capacidad de la naturaleza para adaptarse al cambio y ofrecer soluciones: descontaminar las aguas mientras generamos compost una vez que las plantas llegan a su tamaño máximo”.

En lo que respecta al metano como GEI podemos recalcar que su capacidad de retener el calor es 21 veces mayor que la del CO2, volviéndolo uno de los gases con mayor efecto en el clima; además que el 7% de sus emisiones a nivel mundial, provienen de las aguas residuales.

En lo que se refiere a la producción de energía, basándonos en el informe Climatescope 2016 de Bloomberg New Energy Finance, a finales del 2016 la energía eólica y solar ya se habían convertido en las formas más baratas de producir electricidad (la solar más que la eólica), y a esto se suma la noticia de que en Noruega se descubrió el yacimiento más grande de Thorium, un elemento capaz de producir reacciones nucleares de manera más controlada, barata y limpia; en comparación de que si se usase Uranio, como lo asegura Sunniva Rose, Ph.D. en Ciencias Nucleares.

Estos y otros desarrollos tecnológicos ligados a las energías seguras y baratas también están siendo apoyados por grupos privados como The Breakthrough Energy Coalition, integrado por líderes tecnológicos como Bill Gates, Mark Zuckerberg y Jeff Bezos, por mencionar algunos. Esta es una señal clara de la importancia que tiene que lleguemos a proveernos de energía con cero emisiones de carbono, adicionalmente cabe resaltar que la industria de producción energética es trillonaria, lo cual también la convierte en una gran oportunidad de negocio para sus partícipes.

Pero hace décadas se viene trabajando ante el Cambio Climático. Obviando el “negocionismo” aún subyacente entre algunos, cabe la pregunta:

¿Qué relevancia tienen las décadas que vienen? Simple: para el año 2050 necesitaremos 50% más energía y seremos cerca de 3 billones más de personas, lo cual quiere decir que habrá mayor demanda de productos y servicios.

Por eso necesitamos que desde ya se articulen todos los actores, del productor al consumidor, desde los gobernantes hasta los ciudadanos, realmente todos. Porque si queremos que nuestra calidad de vida mejore, y la de los que vienen, debemos crear un mundo más abundante en recursos y energía, sin poner en riesgo a la naturaleza ni a nosotros mismos.

Es tiempo de alinear la producción y el consumo con el perfil de nuestro planeta, de recursos limitados y frágil ambientalmente. Eso, o los humanos estaremos programando nuestra propia obsolescencia.

Quienes ayuden a crear ese mundo habrán resuelto un problema de carácter ambiental, económico y social; sin embargo se tiene que prestar especial atención al agotamiento del recurso más importante: el tiempo.